En las pequeñas y medianas localidades del país, la inflación golpea cada vez más fuerte y los precios de productos básicos crecieron 20,8% (acumulado) entre junio y noviembre de este año, según se desprende de un nuevo Reporte Mensual de Precios de la Fundación COLSECOR, correspondiente a las mediciones efectuadas en el penúltimo mes del año.
El porcentaje es contundente si se considera que para el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en el mismo período, los precios a nivel nacional sólo se incrementaron en un promedio de 16,6% tal como lo establece el Índice de Precios al Consumidor.
En tanto, específicamente en lo referente a los precios del ítem alimentos y bebidas no alcohólicas que mide el organismo estadístico nacional, la suba fue de 16,3% en estos seis meses, lo cual también ilustra la diferencia existente entre estos registros y la disparidad de lo que sucede a nivel federal.
Según los datos relevados, además, se sostiene la tendencia de que estos artículos son más caros en estas comunidades que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) o en relación a lo establecido en el Programa Precios Cuidados, situación que ya viene demostrando el estudio de la Fundación desde junio de 2019.
En noviembre pasado, y sobre una indagación que contempla los precios de 15 productos en 50 localidades de 7 provincias del país (Córdoba, Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Río Negro, Formosa y Misiones), se pudo constatar que la diferencia de valores con los referidos en el programa federal implementado por el Gobierno nacional alcanzó hasta un máximo promedio de 64%, para el caso de la lechuga.
Mientras, el aceite registró una brecha de 43%, la leche 37%, el azúcar 31%, la yerba mate 28%, la papa y el pollo 25%, la nafta 21%, la manzana 16%, harina 12%, huevos 7% y lentejas 1%. En tanto, el kilogramo de vacío igualó precio y en dos artículos la diferencia fue a favor del bolsillo de las familias. La nalga registró una diferencia de -2% y el pan de -17%.
Fundamentalmente, esta brecha muestra cómo incide el costo logístico en el valor de los artículos que se distribuyen lejos de la grandes urbes, además de dar cuenta de la necesidad de desarrollar políticas de autoabastecimiento en cada una de las regiones que permitan disminuir los costos, a la vez de diversificar la oferta.
Según especificó la Fundación COLSECOR en el comunicado de difusión del relevamiento de noviembre, resulta fundamental considerar también que hay una heterogeneidad en las mediciones que se realizan en los distintos puntos del país.
“Con el reporte de noviembre logramos el primer semestre de medición sistemática de precios. Eso nos permite ver una tendencia en los distintos productos. La primera gran conclusión es que no hay un comportamiento homogéneo en los precios, sino que las variaciones en el territorio y en el tiempo son heterogéneas según el producto que se trate. Observamos que aquellos estacionales como las frutas y verduras son los que movieron hacia arriba los precios promedio y también encontramos que hay otros con valores estables, como la leche, la carne o los huevos”, interpretó al respecto de los datos relevados la socióloga Natalia Calcagno, coordinadora de la investigación, en la misiva que envió la entidad que cuenta con la Presidencia Honoraria de José “Pepe” Mujica.
