En octubre del año pasado, el ministro de Economía, Martín Guzmán, envió al Congreso un proyecto de ley que contempla la creación de un Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción para brindar sostenibilidad al sistema de crédito hipotecario.
La iniciativa, que aún aguarda a ser tratada, tiene como propósito impulsar el crédito hipotecario para colaborar en el combate contra el déficit habitacional en Argentina que ayuda a complicar aún más la situación generada a partir de la sanción de la ley de Alquileres.
Con ese objetivo, el proyecto contempla la creación de un Fondo Fiduciario que sea el que cubra los descalces entre cuota e ingreso durante la vida de crédito, protegiendo así al deudor que verá cómo se ajustan las cuotas del préstamo que debe pagar de acuerdo con el desempeño del Coeficiente de Variación Salarial (CVS).
Asimismo -según la iniciativa- se busca resguardar el capital prestado brindando incentivos a los bancos e inversores. Para ello, se crearía la nueva Sociedad Hipotecaria que tendrá como objetivo central administrar el Fondo Fiduciario para cubrir los desfases de cuotas, otorgar garantías al financiamiento bancario para reducir el costo del financiamiento, establecer condicionamientos de distinto orden (territorial, valor, tipología, etc.), dar garantías para impulsar las inversiones financieras del Fideicomisos permitiendo reducir el costo de financiamiento que se traslada a las familias y operar en el mercado a fin de dar liquidez.
En cuanto al Fondo, el proyecto establece para su operatoria que será solventado por una porción de la cuota del crédito hipotecario, aportes de las entidades y la misma rentabilidad que obtenga el propio fondo, además de un aporte inicial del Tesoro Nacional.
Las líneas de créditos ajustadas por salarios se destinarán a:
- Construcción de primera o segunda vivienda sobre terreno propio o a comprar. En ese caso, se otorgará un monto de hasta el 100% presupuesto de obra. Y del 80% para la compra de terreno para la construcción de la primera vivienda.
- Adquisición o cambio de primera o segunda vivienda por una a estrenar (primera escritura). Monto de hasta el 80% de la tasación o precio de venta de la vivienda. O hasta el 100% de la diferencia entre el valor de la vivienda que se adquiere y el valor del inmueble que se reemplaza.
- Refacción, ampliación o terminación de primera o segunda vivienda. Hasta el 100% del presupuesto de obra.
- Adquisición o cambio de vivienda única de ocupación permanente. Hasta el 80% de la tasación o precio de venta de la vivienda. O hasta el 100% de la diferencia entre el valor de la vivienda que se adquiere y el valor del inmueble que se reemplaza.
La iniciativa fue producto del diálogo entre el Gobierno Nacional y la mesa de trabajo que conforman la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (Cedu), la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) y la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA). También participaron del diálogo legisladoras y legisladores.
Y si bien el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, anunció su tratamiento en el marco del acto llevado a cabo por el Día de la Construcción a fines de noviembre pasado, aún aguarda que se encuentre un espacio en la agenda de sesiones.
Mientras tanto, la única iniciativa vigente a nivel nacional destinada a contrarrestar en parte la inaccesibilidad a la vivienda que deja al descubierto el mercado financiero, es la de los Créditos Casa Propia.
Esta propuesta está destinada a aquellos que perciben un Salario Mínimo, Vital y Móvil fijado desde septiembre pasado en 33 mil pesos para trabajadores mensualizados.
Con esta herramienta, quienes resulten beneficiarios podrán construir viviendas en lote propio o familiar de hasta 33 metros cuadrados (para quienes perciben desde un Salario Mínimo Vital y Móvil) y de hasta 60 metros cuadrados (para quienes perciben hasta ocho Salarios Mínimos, Vitales y Móviles). El monto del crédito es de hasta 4,3 millones de pesos, contempla que el inicio de la devolución sea una vez que la obra esté finalizada, y prevé un plazo máximo de devolución de 30 años.
La semana pasada, el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat que conduce Jorge Ferraresi llevó a cabo un nuevo sorteo de esta línea, en el que 40 mil familias resultaron beneficiadas. Éstas se suman desde ahora a los 32 mil argentinos en 1995 localidades de todo el país que ya accedieron a la posibilidad de edificar su hogar.
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