Hernando, Córdoba

El maní, fuente de empleo local, de divisas y de beneficios para la salud

Capital Nacional del Maní desde 1956, es el epicentro de la Fiesta Nacional, homenaje de todos los actores de la cadena a este recurso que ya forma parte de su identidad.El maní representa el 10% de las exportaciones de Córdoba y genera 12.000 puestos de trabajo. Por Florencia Sosa

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Florencia Sosa Florencia Sosa 18-04-2022

La ciudad cordobesa de Hernando fue fundada en 1912, está ubicada en el departamento de Tercero Arriba, sobre la RP 6  (se accede también por la RP10) y cuenta con una población de 17.843 habitantes. En 1956, fue declarada Capital Nacional del Maní y desde entonces organiza la Fiesta Nacional del Maní, que en noviembre de 2022 celebrará su 67° edición. Esta oleaginosa tiene una importancia económica y social clave como cultivo regional.

Según el Relevamiento Social Comunitario (RESCOM) realizado en 2019 por la Fundación Colsecor, en Hernando existen cinco tipos de cultivo: soja, maíz, maní, trigo y sorgo. En ese año, las 21.600 hectáreas sembradas de maní significaron el 13,5 % de producción agrícola total de Hernando, y quedó en tercer lugar después de la soja y el maíz. El relevamiento estimó la producción anual de maní en 54.000 toneladas. 

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en 2020 el maní significó 1.070 millones de dólares, un 27% más en facturación, y con 840.000 toneladas, un 22% más en volumen. Según la Cámara Argentina del Maní para el periodo 2021/22 se estima una siembra en todo el país de 395.000 hectáreas.

 

 

Fuente: Cámara Argentina de Maní.

 

Para conocer más en detalle la importancia económico social de este recurso que ya es parte de la identidad regional de Hernando y zonas aledañas, Redacción Mayo conversó con Juan Carlos Novaira, miembro del clúster manisero y ex presidente de la Cámara del Maní, en el periodo 2015-2017. 

“Soy contador. Hace unos 24 años que estoy en el maní, trabajé en el campo produciendo maní, me formé en este sector aprendiendo dentro de las plantas de maní -se presenta-. Empecé en una etapa en la que fue creciendo todo el sector manisero y eso me permitió conocer todo el negocio, desde el campo hasta la exportación. El maní es muy desafiante desde que lo sembrás hasta que lo exportás, pasando por todas las etapas, desde el cultivo de la planta hasta la comercialización”. 

 

Desde los Incas, hasta hoy

“El maní se instala en Córdoba en la zona de Río Segundo a principios de los años 30'. Después, en los ´50, desde Río Segundo hasta Hernando se expandió el maní. Luego se fue expandiendo a General Cabrera y en los 90 llegó hasta la altura de la ruta 8, por Río Cuarto, La Carlota. A mediados de los 90, avanzó en la zona de la ruta 7. Y hoy se siembra en San Luis, en La Pampa, el sur de Santa Fe, en el noroeste de Buenos Aires,y  también hay algo de producción en el norte, en Tucumán y en Salta”, comenta Novaira. 

“El maní es originario del norte argentino y el sur de Bolivia. Hay lugares donde se han encontrado evidencia de que los Incas consumían maní”, acota.

Novaira cuenta que “en sus orígenes, Hernando tenía mucha producción de maní, pero después hubo un derrotero que hizo que se expandiera a otros lugares porque los suelos empezaron a tener problemas por enfermedades propias del maní, como hongos de suelo”. y explica que se trata de un complejo de enfermedades que atacan al maní cuando se  lo siembra muy seguido. 

“Un lote de maní no se puede repetir, se debería entrar nuevamente a hacer maní a los 4 o 5 años, agronómicamente requiere rotaciones largas”, precisa. 

La Fiesta Nacional del Maní es organizada por  la Municipalidad de Hernando en un trabajo conjunto con las instituciones del pueblo, tiene una duración de tres días y ofrece gastronomía, charlas y espectáculos. Para Novaira, “la fiesta es un homenaje al hombre de campo, al productor manisero; nació con esa intención hace 66 años, hoy reúne a todo el cluster manisero, difunde las bondades del maní con una propuesta gastronómica en torno al maní. 

“Es un homenaje a cada actor del cluster manisero, sea un productor, un operario de una planta de proceso o un constructor de maquinaria agrícola específica para el maní”, describe. 

 

El “cluster” manisero de Córdoba

El maní es un cultivo anual, como la soja y el maíz. En Argentina se siembran alrededor de 400.000 hectáreas de maní. La industria manicera está repartida en el centro-sur de Córdoba, hay un polo manisero de establecimientos fabriles.

Tal como describe el sitio oficial de la Fiesta Nacional del Maní, la siembra se realiza entrada la primavera: “Una característica de este cultivo es que forma sus frutos bajo tierra, y esto hace que para poder cosechar, sea necesario proceder al 'arrancado' de las plantas. Esta operación consiste en la utilización de máquinas llamadas 'arrancadoras'. Las arrancadoras de maní tienen diferentes partes mecánicas, consisten en rejas que cortan las raíces y despegan a las plantas del suelo sin desprender vainas. De estas rejas, las plantas pasan a un transporte llamado 'acarreador' que levanta las plantas arrancadas y las entrega a un sistema de peines (barras de hierros redondo) que tienen una forma tal que hacen que cuando la planta vuelva al suelo quede invertida, con las hojas hacia abajo y las vainas hacia arriba. Después de varios días, plazo dado por la humedad y la temperatura ambiente, las hojas, ramas y vainas expuestas a la atmósfera se secan lo suficiente como para poder ser cosechadas”. 

El sector manisero está muy bien organizado institucionalmente, con la Cámara Argentina del Maní (CAM) como su principal representante. El clúster manisero está conformado por 21 empresas asociadas. 

Unas 30 localidades de la provincia de Córdoba sostienen sus economías gracias a la agroindustria manisera como única fuente significativa de empleo. Entre ellas se destacan por su producción General Cabrera, General Deheza, Charras / Reducción, Ticino, Dalmacio Vélez Sársfield, Alejandro Roca, Pasco, Hernando, Etruria, Santa Eufemia, El Espinillal, Las Junturas, Villa Ascasubi, Río Segundo y Arroyo Cabral.

El clúster Manisero involucra cerca de 12.000 puestos de trabajo, directos e indirectos, en estas localidades. 

“Las plantas producen su propio maní. Lo hacen a través de contratistas o con equipos propios y procesos; hay una integración vertical muy marcada en la industria del maní. Tiene numerosos productores independientes si bien no hay una estadística ni números certeros al respecto. Pero hay mucha gente trabajando alrededor del maní, desde la producción primaria, la planta de proceso en sí y todos los servicios que funcionan alrededor del maní”, destaca Novaira.

 

Exportación y poco consumo interno 

“Cuando pensamos en la producción de maní argentino pensamos en un mercado de exportación. En General Deheza está la oficina de Aduana, desde donde sale todo el maní de Córdoba. El maní tiene un peso importante dentro de la economía, representa cerca del 10% de las exportaciones de Córdoba y alrededor del 1,2% del total de las exportaciones nacionales”, indica Novaira.

“El 90% de la producción se exporta. El principal mercado es la Unión Europea (EU), el 65% de las importaciones de maní de la UE es maní argentino”, señala.

Los números de la CAM sostienen la misma tendencia. Según estimaciones de la entidad, las exportaciones involucran el 72% de la producción de maní argentino, un 15% se destina a la industria aceitera y un 13% queda para consumo interno. En total, el maní argentino llega a 106 países del mundo.

Al canalizar su producto en el mercado externo la industria manisera argentina tiene que competir con otros países. Esa competencia obliga al sector a mantenerse aggiornado en tecnología, en el cumplimiento de normas de calidad y en el conocimiento sobre la operatoria y legislación importadora de los países de destino.

“Buscamos siempre mejorar por una cuestión de supervivencia. Cuando competís contra Estados Unidos, India, Brasil, tenés condiciones que hacen que tengas que ser muy competitivo en todas las etapas, desde el cultivo hasta la exportación. En otros países fomentan la industria vía subsidios o facilidades, y acá a veces el clima argentino de negocios se vuelve complicado. Aún así, Argentina es un jugador importante dentro del mercado de maní comestible”, dice Novaira.

Para el ex presidente de la CAM, la ciudadanía argentina tiene poca cultura de consumo de maní. “Se estima alrededor de 1 kilo de maní per cápita, pero no es muy alto. En algunoss países, el consumo es 4-5 veces mayor. Nosotros asociamos el maní a un consumo social junto con la cerveza, pero hay otras formas de consumirlo. Estos últimos años se incrementó por ser asimilado a una nuez, el fruto entra en el mercado de nueces y por sus beneficios a la salud las nuevas generaciones la están incorporando en su alimentación”.

 

Un producto cordobés

En 2012 la sanción de la Ley provincial 10.094 reconoció el maní cordobés como marca. El artículo 2 de la norma dice: “Entiéndase la denominación 'Maní de Córdoba' al sello distintivo de origen, calidad, características y condición que identifica exclusivamente al maní cultivado dentro del territorio de la Provincia de Córdoba”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye al maní entre los alimentos recomendables para una dieta saludable. El maní es un superalimento debido a su alta concentración de nutrientes en una porción pequeña y por los beneficios para la salud asociados a su consumo frecuente. Los súperalimentos son aquellos que contienen más nutrientes por caloría que la mayoría de los alimentos. 

Para la CAM, el consumo regular de maní es muy beneficioso para la salud por su composición química, nutricional y nutracéutica. Investigaciones científicas sostienen que  el maní contribuye al mantenimiento de un corazón sano, en la reducción de riesgo de diabetes, en la prevención del cáncer y en el control del peso y saciedad.

 

Los beneficios del maní para mí

“Maní para mí" es una iniciativa de la Cámara Argentina del Maní que desde hace más de 5 años fomenta el consumo de maní. “La calidad del maní argentino es muy alta, el sabor característico es más dulce, tiene un crocante que hace que uno quiera comer más. Es un maní alto oleico que permite tener una vida de anaquel o de góndola mucho mayor. Al consumir productos que tengan alto oleico son grasas insaturadas y eso favorece el sistema coronario-circulatorio, baja el colesterol”, cuenta Novaira. 

En el mundo el maní se consume de diversas maneras. Como confitería compite por su sabor y su calidad nutricional con nueces, avellanas o almendras aplicándose en golosinas y en repostería. Horneado, tostado, frito, salado o recubierto de sabores el maní siempre es una buena opción para picar en cualquier momento del día. Como aceite, pasta o manteca realiza otro gran aporte a las comidas. 

En Argentina se destaca el maní cordobés, y aunque por el momento la ciudadanía local lo consume poco, los beneficios en todo sentido son muchos.

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Redacción Mayo

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