Encuesta

Drogas e inseguridad: un avance que atraviesa y preocupa en el país

Según la Encuesta sobre Bienestar y Calidad de Vida en Ciudades Argentinas de la Fundación COLSECOR

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29-04-2021

Ilustración: Juan Pablo Dellacha

La preocupación por el avance del narcotráfico y la inseguridad es directamente proporcional al tamaño de las ciudades. Así se revela al analizar los datos de la Encuesta Sobre Bienestar y Calidad de Vida en Ciudades Argentinas realizada por la Fundación COLSECOR, la cual constituye un paso más en la apuesta institucional que busca conocer y visibilizar diferentes aspectos de las comunidades de nuestro país. 

La investigación consistió en 62 preguntas y fue realizada online en diferentes localidades del territorio argentino del 26 al 29 de junio. Dentro de las variables para el análisis se incluyeron localidades pequeñas, intermedias y grandes. También se realizaron cruces por sexo, edad, educación e ingresos.

La encuesta formará parte, el año que viene, de una ambiciosa iniciativa planteada por la Fundación en su proyecto institucional. Esta buscará determinar la sostenibilidad en localidades del interior de nuestro país con el objetivo de orientar acciones presentes y futuras. 

Vale destacar que Intervinieron en el diseño e implementación la socióloga Natalia Calcagno y el politólogo Mario Riorda

Entre las diferentes conclusiones, el estudio alerta que el 70 por ciento de los argentinos se encuentra preocupado por el avance de la droga y poco más de 50% se encuentra insatisfecho con la inseguridad. Según el género, se advierte una mayor inquietud por parte de las mujeres y, de los adultos en comparación a los jóvenes.

En el caso específico del narcotráfico y las drogas, como dato significativo, la encuesta también revela una realidad mucha veces callada: quienes manifiestan mayor temor a estos dos flagelos urbanos son quienes viven en los barrios más empobrecidos.

 

 

 

O sea, aquellos que conviven de manera forzada con esta realidad y que en muchos casos termina por dinamizar la propia economía en la que viven.

Pese a esta presencia permanente de la droga y el delito, los propios vecinos se asumen como víctimas de esta realidad y temen que los tentáculos de estas organizaciones continúen corrompiendo la vida cotidiana.

La inseguridad revela, también, otra faceta: es tremendamente desproporcionada la insatisfacción con la seguridad de su territorio de aquellos que viven en grandes urbes en comparación con los que habitan poblaciones más pequeñas, según detalla el informe

El diagnóstico es elocuente: a más población, más inseguridad y más droga.

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Redacción Mayo

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