La buena performance del sector de la maquinaria agrícola en 2021 es un hecho. Según el INDEC, la comercialización de unidades registró en el primer semestre del año una facturación de 68.875,2 millones de pesos. El dato representa un incremento del 64% respecto al primer semestre de 2020.
Otras mediciones impulsadas desde el sector privado confirman el fenómeno. Hablan de un incremento del 10% en la producción durante el período 2019/20 y del 20% en el ciclo 2020/21.
El ingreso de pedidos superó a la producción en 2020. En la actualidad este proceso se ha revertido, lo cual plantea un interrogante sobre cómo será la dinámica en 2022.
Para el flamante titular de la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, Eduardo Borri, CEO de Metalfor, la buena performance de 2020/21 se explica por algunos “anabólicos” que ayudaron al sector comercial de las maquinarias. “Los créditos a tasa razonable impulsados por el Gobierno Nacional, el cepo al dólar y a las importaciones, promovieron las ventas en el mercado local. Hay rubros que experimentaron una caída del 30 al 10% en materia de importaciones, y ese 20% de diferencia se inyectó en la plaza local”, estimó Borri.
Refirió un informe del INDEC que señala durante el primer semestre de 2021 se registraron aumentos interanuales en tractores, cosechadoras de origen nacional que oscilan entre el 150 y el 99%, en tanto que “en las de origen importado se confirman caídas en la facturación de los productos mencionados que van del 78 al 35%”.
“El patentamiento de vehículos motrices durante el tramo enero-agosto 2021, comparado con el mismo segmento pero del 2020, presenta un incremento del 5%. Hay casos de empresas de fabricación nacional con subas que van del 10 al 15 por ciento de registro en su marca”, comentó el empresario.
Expectativas
En este escenario, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, se reunió a principios del mes de septiembre con representantes de las cámaras empresariales que agrupan a los productores de maquinaria agrícola del país para interiorizarse sobre un proyecto de ley para la promoción de la maquinaria agrícola nacional.
“Hasta ahora no se han producido avances. La política en tiempos electorales se divorcia de la sociedad, aunque escucha planteos. Precisamente, la reunión fue para intercambiar inquietudes”, indicó Borri.
Sin embargo, la atención de los empresarios no solo se enfoca en la actividad parlamentaria.
La llegada de Julián Domínguez al Ministerio de Agricultura de la Nación también genera expectativas en el sector industrial.
“Domínguez tiene alguna expertise en esta cartera. Además, en su paso por SMATA impulsó junto a la industria automotriz un proyecto de ley en defensa de la fabricación nacional de vehículos o de nacionalización de partes. Este antecedente va a ayudar para que se entienda la necesidad de contar con una norma que discrimine positivamente la fabricación nacional de la importada”, opinó el empresario.
“Recordemos que lo que estamos reclamando desde el sector es que para que una máquina sea considerada de fabricación nacional, debe tener entre un 50% a 60%de componentes locales", afirmó el industrial.
Más industria local
La necesidad de impulsar una norma que promueva la impronta local en el esquema productivo se explica por el impacto “derrame” que se genera sobre la actividad económica. Se estima que por cada puesto de trabajo que se genera en la cadena, se facturan 10 mil dólares por mes por unidad de empleo. Es decir, 120 mil dólares anuales.
“Nosotros, hoy, tenemos alrededor de 30 mil puestos de trabajo. Esto significa que por cada punto de crecimiento en ventas, el sector estaría generando 300 nuevas fuentes de empleo. El fenómeno es lineal, ya que si observamos el incremento de los negocios de un año al otro del 20%, se corresponde con el crecimiento del empleo en el sector durante el mismo período. Si fomentamos la actividad local en lugar de importar, esas 300 plazas podrían derramar unos 36 millones de dólares en el mercado interno", consideró el presidente de CAFMA.
