Hace 40 años, la imagen del mercado de carnes en Brasil era muy diferente. El rodeo bovino llegaba solo a la mitad comparado con el volumen actual. Con el paso del tiempo, la ganadería protagonizó una revolucionaria modernización combinada con tecnología y esquemas de producción, pensados para inyectarle mayor calidad a la carne. Los productores impulsaron en sus chacras importantes inversiones en materia de alimentación, genética, manejo y salud animal.
En procura de satisfacer las demandas de los consumidores locales e internacionales, la industria frigorífica y las autoridades gubernamentales rubricaron acuerdos sobre incentivos para mejorar la performance de los productos cárnicos.
“Brasil es un monstruo que se ha despertado en estas últimas cuatro décadas en primer lugar por una cuestión de escala. Ellos tienen tres veces más superficie que la Argentina. En ese escenario, hay algunos beneficios ambientales como el régimen de lluvias y las temperaturas que posibilitaron la producción de ganado. Este esquema no hubiera sido posible, sin una continuidad en el tiempo que dio previsibilidad al negocio”, opinó Esteban Sanchez Gonzalez, coordinador de la cátedra de Producción de carne Bovina de Agronomía de la UNC.
Esta búsqueda constante de la excelencia promovió la creación de programas como El Pacto Señal Verde para la Calidad de la Carne de Res, El Programa de Carne Precoz y el sello de Carne de Res Carbono Neutral. Estas iniciativas reorientaron el sistema hacia mejores acciones en el campo ambiental y económico.
“La calidad alcanzada en la terminación de los animales, se explica gracias al apoyo institucional de la actividad privada con su aporte tecnológico y financiero. En Brasil la mejora de la eficiencia se comprueba mediante la siguiente ecuación: a igual cantidad de cabezas, lograron producir más por animal. Esto ocurrió debido al proceso de tecnificación en el segmento de las pasturas megatérmicas y la adquisición de la genética Argentina”, opinó el docente universitario.
Con impronta argentina
En el origen del exitoso plan ganadero implementado en el gigante sudamericano impacta un detalle muy particular: la presencia de la impronta argentina en el diseño.
“En el año 2003, un funcionario brasileño vinculado al sector luego de explicar en una conferencia la performance del Plan Ganadero, reveló que la idea era Argentina. Se trataba del plan impulsado por el ex presidente Alejandro Agustín Lanusse entre 1959 y 1960. Hay otra anécdota que se publicó en una nota en el diario Ambito Financiero en 1972 en donde reflejan la reunión del ex presidente Juan Domingo Perón, repatriado por decisión del propio Lanusse, en su conocida vivienda de la calle Gaspar Campos junto a los cuatro dirigentes de las instituciones representativas del campo, hoy llamada Mesa de Enlace. En el encuentro aprovecha para disculparse ante los productores y reconoce el perfil agroindustrial de la Argentina", relata José María Roca, Gerente general del frigorífico Logros de Río Segundo.
"Perón quería revertir esa historia y les consultó sobre que se necesitaba para producir 70 millones de toneladas de granos y 200 millones de cabezas de ganado. En Brasil, en 1998, se firmó un acuerdo entre la dirigencia política, empresarios, productores agropecuarios, y asociaciones afines, en donde se acordaba una política para el segmento proyectada a 50 años. Los resultados están a la vista. El éxito se explica porque rige una política de largo plazo que nadie toca”, destaca Roca.
Crecimiento sostenido
En la actualidad, realmente impresionan los números del sector ganadero en Brasil: 209 millones de cabezas, 41,5 millones de animales faenados, 10,32 millones de toneladas de carne producidas y 7,3 millones de toneladas disponibles en el mercado interno.
Las exportaciones de carne vacuna ya representan el 3% de los negocios internacionales del conjunto con una facturación de 6 mil millones de reales, lo que equivale al 6% del Producto Bruto Interno o el 30% del PBI Agroindustria, que se incrementó en casi un 45% en los últimos cinco años.
Los envíos a más de 150 países generaron un pico de ventas por 1.000 millones de dólares en el 2021.
China lidera el mercado de importaciones desde Brasil pero los recientes casos de vacas locas en el Mato Grosso y Minas Gerais impulsaron al gigante asiático a suspender las operaciones, cuyo impacto obligó a los productores y a la industria a resetear sus costos.
Sin embargo, para la consultora holandesa Rabobank, las exportaciones de carne bovina brasilera deberían subir 1% en 2022 traccionadas por China.
Además, pronosticaron que los exportadores brasileños podrán tener nuevas oportunidades de embarques para Estados Unidos. Los norteamericanos vienen aumentando las importaciones de carne vacuna, con incrementos de 86% entre enero y octubre del presente 2021.
