OBRA PÚBLICA

En la distribución de recursos de la Nación algunas provincias ganan y otras pierden

¿Cómo se destina el dinero que el Estado nacional dedica a la obra pública? ¿Cómo se define qué provincia recibe más o menos obras? ¿Cuánto influye la densidad de población y qué otros elementos se tienen en cuenta? Por Jonathan Raed

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07-12-2021

Ilustración Chelo Candia

 

El 40% de la obra pública de la Nación para el ejercicio 2021 se asignó a la provincia de Buenos Aires. Si se agrega la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el porcentaje asciende a 44%. Son 383.258 millones de pesos, de los cuales $ 349.906 millones van para los municipios que se ubican dentro del territorio que conduce Axel Kicillof, uno de los principales referentes del Frente de Todos. El 66% restante se divide en el resto de las provincias, siendo Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos las más beneficiadas. En el otro extremo, se ubican Jujuy, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Córdoba recibió el 8% del total, que se traduce en $ 69.524 millones. Le sigue Santa Fe, con el 5,5%, unos $ 47.994 millones. Tercero se ubica Entre Ríos, con el 4,5% del total, que significa ingresos por $ 38.973 millones.

En Jujuy, la inversión es de $ 7.107 millones, el 0,8% el total. Por debajo, se ubica Santa Cruz, que recibió una inyección de $ 3.537 millones; el 0,4% del total. Finalmente, Tierra del Fuego recibió obras por $ 3.385 millones, apenas por debajo del 0,4%.

De las 3.060 obras en marcha, 785 son relativas a redes cloacales y agua potable; 189, a salud, y 877, a cuestiones viales. De ese total, 1.225 se ubican en Provincia y Ciudad de Buenos Aires; es decir, el 40%.

Si se tiene en cuenta la cantidad de personas que viven en cada provincia y su densidad de población, ambos extremos del listado de beneficiarios se enmarcan en la lógica, con algunas salvedades. El territorio más poblado es la provincia de Buenos Aires, que junto a la CABA contienen a 20 millones de personas; es decir, al 45% del total del país. En Córdoba, vive el 8% de la población y en Santa Fe, el 7,6%. Hasta acá, la relación inversión-población, sostiene una lógica casi lineal. Entre Ríos es la séptima provincia más poblada, con el 3% del total.

Mendoza, Tucumán y Salta son casos llamativos. Mendoza es la quinta provincia más poblada, pero se ubica novena en el reparto de obras. Salta está séptima en habitantes, pero 17° en el reparto. Tucumán, por su parte es el caso más llamativo, ya que es la sexta provincia más poblada, pero ocupa el 19° puesto en el ranking de obras. Para graficar, Tucumán recibe apenas un poco más que Catamarca, una de las menos pobladas.

El caso opuesto al de Tucumán es La Rioja. Es la cuarta provincia con menor población. Sin embargo, quedó quinta en el reparto, con obras por $ 36.140 millones, algo así como $ 90 mil per cápita, cuando la media es de $ 19 mil. Tucumán, por caso, recibió apenas $ 5.600 per cápita.

Tierra del Fuego, Santa Cruz y La Pampa son las tres provincias menos pobladas y serían también las tres que menos recursos recibieron, sino fuera por la citada “intromisión” de Jujuy.

Otros ejemplos de contraste son San Luis, que recibe en relación con su población, y Formosa que, a similar cantidad de ciudadanos, recibe el doble de recursos.

¿Por qué se dan estas diferencias con provincias como Jujuy, Salta, Formosa, La Rioja, Tucumán o Mendoza? Fuentes del Ministerio de Obras Públicas explicaron a Redacción Mayo los criterios técnicos que se utilizan para el reparto al tiempo que descartaron la discrecionalidad política. “Tienen que ver con las brechas de infraestructura que existen en la Argentina. Muy especialmente, las que tienen que ver con el agua potable, el saneamiento, la conectividad y la seguridad vial. Tenemos indicadores muy precisos para la distribución de la obra pública y que tienen que ver, básicamente, con los porcentajes de población y las necesidades básicas insatisfechas, pero no son los únicos”

 “Este Gobierno se propone terminar con todas las obras iniciadas en las administraciones anteriores, ya sea antes del 2015 o del 2016 en adelante”. En ese sentido, advirtieron que las cifras totales “no pueden ser tomadas como absolutos de cada año” porque “hay obras que se realizan en 2 o 3 meses, varias en 1 o 2 años y muchas en 2, 3, 4 o 5 años o más, dependiendo del tamaño y el impacto”. En esos casos, los valores “van pasando de presupuesto en presupuesto; se va certificando (pagando) según su avance físico y el saldo (si se termina el año fiscal) pasa para adelante”.

 

Otra mirada

Alejandro Pegoraro es director de Politikon Chaco, una consultora económica, política e institucional. En diálogo con Redacción Mayo, Pegoraro ofreció una mirada crítica y analizó los porcentajes de incremento en las obras, no el valor nominal. “En términos de criterios de reparto de fondos para obra pública, no hay actualmente en el país alguno que sea claro. Por el contrario, están muy definidos por lineamientos políticos y los mismos pueden verse en los datos”, apuntó.

Al observar los niveles de inversión pública del Estado nacional en las provincias durante el período enero - octubre 2021, Pegoraro advierte “enormes asimetrías en términos de variación de la misma respecto al año anterior”. Durante ese período, “provincias como Chubut, Formosa, San Luis y Buenos Aires han sido fuertemente beneficiadas, con incrementos de más del 200% en inversión pública; por otro lado, provincias como Neuquén, Jujuy, Misiones y San Juan no han superado el 100%, y las tres últimas en particular, de hecho, tienen caídas reales cuando se la contrapone con el alza de precios”.

Para el especialista, “no es casual que esas cuatro provincias estén actualmente con relaciones algo más distantes con el Gobierno Nacional”. Sacando de lado al caso jujeño, donde gobierna la UCR, “en las otras tres hay dos provincialismos (Neuquén y Misiones) y en San Juan, si bien está alineado con el gobierno nacional, el gobernador Uñac está impulsando un nuevo 'bloque federal' (en conjunto, también, con Río Negro)”. Por otro lado, “las provincias más beneficiadas en el reparto de fondos (no por valores absolutos, sino por crecimientos anuales) son aquellas de fuerte vinculación con el gobierno nacional: Chubut, San Luis, Formosa, Entre Ríos, Provincia de Buenos Aires, entre otras”.

Pegoraro insistió en que no existe un criterio que sea objetivo: “Más allá de las asignaciones presupuestarias previstas para proyectos de obra pública (que también tienen una fuerte influencia política), en la ejecución de los recursos se observan parcialidades que benefician a provincias más cercanas al gobierno de turno, situación no propia de este año, sino histórica”.

Un informe de la consultora Aerarium puso la lupa en la ejecución del presupuesto. En agosto de 2021, el Tesoro nacional incrementó en $ 27 mil millones el presupuesto de transferencias para obras públicas en provincias, llevándolo a $ 162 mil millones para todo el 2021. “Al mes de octubre, se transfirieron $ 84.019 millones, representando solo una ejecución del 52% del presupuesto”.

El informe detalla: “El Ministerio de Educación (+$ 25.702 millones) ENOHSA (+$ 20.306 millones) y el Ministerio de Obras Públicas (+$ 14.191 millones) representan en conjunto el 72% del total de transferencias de capital a provincias. Siguen más atrás la DNV (+$7.437 millones) y el Ministerio de Vivienda y Hábitat (+$ 6.483 millones)”.

Aun así, Pegoraro valoró los niveles de inversión en casi todas las provincias: “Debe destacarse que la inversión para obras (en términos de ejecución propiamente dicha) está en un nivel alto: +202% interanual con $ 303.735 millones ejecutados, y salvo las excepciones mencionadas, todas, en mayor o menor medida, tienen subas reales. Aún con asimetrías en esa variación (ejemplo, Formosa crece 420%, pero Corrientes 160%), el saldo general es rescatable”.

Finalmente, remarcó: “Un dato no menor es que también tenemos que poner en contexto esa fuerte suba: durante gran parte del 2020, la inversión pública estuvo limitada por el Covid-19: el gasto se orientó a la emergencia, dejando de lado la inversión pública; por lo cual, el salto porcentual también esta entendido en ese contexto. Pero también es cierto que el volumen actual de ejecución, en pesos constantes, es superior a igual período de 2019 y 2018 (no así de 2017, por el momento), lo que marca que se ha invertido una gran masa de recursos en este año”.

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Redacción Mayo

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