PANORAMA AGROPECUARIO

Carne bovina: preocupa la fuerte caída del índice de faena

En 2021, la producción se redujo un 6,2% en relación a 2020. Y en lo que va del año, el efecto sequía impactó en la conformación de los precios. El margen bruto del feedlot acusa pérdidas de hasta $4.607 por cabeza. Por Alejandro Cuellar

1096
1096
18-02-2022

En noviembre pasado, la carne bovina llegó al 50,3% de la producción total, seguida por el rubro aves con 38,5% y el porcino, con el 11,2%. En términos comparativos, la producción de pollo creció 4,2% y la de cerdo subió un 7%, tomando como referencia el segmento noviembre 2020/2021. Durante el mes de diciembre, la industria produjo 260 mil toneladas de carne bovina, un 2,8% más que el mes anterior. Pero cotejando el dato con el mes de diciembre 2020, el recorte fue del 3,8%.

En 2021 los niveles de producción llegaron a 2,98 millones de toneladas. Es decir, 195 mil toneladas menos que en el 2020, o el equivalente a una baja del 6,2%.

En materia de faena, se sacrificaron 1.133.844 animales en diciembre de 2021. La cifra fue un 3,3% superior al mes anterior pero 5,6% menos que el año anterior. En el ítem faena de hembras, la caída fue del 44,9%, luego de llegar a 45,4% en noviembre de 2021.

Para el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC, la caída de la faena en lo que va del año fue del 14% respecto a diciembre del 2021. El grupo empresario mantuvo una participación en la faena total del 27%, 4 puntos menos que en 2019. 

“Comparado octubre 2020/2021 la caída es de un 13,9%, el peor mes, comparado por días trabajados la caída se ajusta en 12,9%. Estos datos nos indican que estamos en la menor faena de los últimos cuatro años, si hacemos referencia a la economía de cada año. La menor faena y menor producción de carne ha sido un sostén para evitar que los precios se desmoronaran en la actividad”, agregaron técnicos de ABC.

 

Ola de calor

“Con la sequía y la ola de calor, se incrementó la oferta de todas las categorías, generando caídas de precios en cría, invernada y hacienda con destino a faena. Si el clima se estabiliza, esto podrá haber sido una cuestión coyuntural. Si la sequía sigue achicando los campos, el exceso de oferta y precios deprimidos podrá verse por un tiempo más,” explicaron economistas de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, FADA.

El efecto sequía influyó en la conformación de los precios relativos de enero. Hay distintas relaciones que muestran los efectos del impacto, tales como “vientre/ternera”, que cayó a 273 kg de ternera por vaquillona con garantía de preñez, durante enero. Esto  se explica por una mayor caída de los valores en vientres. 

En cuanto al vínculo “ternero/novillo”, la suba fue leve durante el mismo mes, con 1,44 kg de novillo por cada kilo de ternero. La combinación “novillo/maíz”, en tanto, se desmoronó dramáticamente durante el primer mes del 2022, debido a la caída en los precios.

 

Preocupante 

El margen bruto del feedlot empeoró en el pasado enero para ubicarse en el peor nivel del 2021, con una pérdida por cabeza de $4.607. 

“Lo que ocurre con la situación productiva es consecuencia del desaliento que provocan las medidas que se toman, como las restricciones a las exportaciones, con las fijaciones a los precios máximos. No se le puede decir al productor que no va a tener la seguridad de comercializar sus productos libremente, ni aún a valores que compensen los costos. Así, la posibilidad de inversión se desvanece y se transforma en un riesgo muy alto, más allá del clima y de los propios mercados”, explicó Gabriel Derrademaeker, vicepresidente de la Confederación Rural Argentina, CRA.

Las expectativas de inflación alta en la primera parte del año y un tipo de cambio oficial que debería moverse a mayor ritmo, también entrarán en la ecuación a la hora de la conformación de los precios.

“La caída del consumo tiene relación directa con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y de nuestra moneda por el deterioro que genera el efecto inflación. De modo que si esto no se resuelve, va a continuar como así también van a seguir los aumentos de la carne, ya que no se están atacando las causas sino las consecuencias”, destacó Derrademaeker.

“No se pueden domesticar los precios a mazazos. Es necesario actuar sobre el déficit fiscal, sobre el gasto público. La salida está en producir y controlar la inflación”, concluyó el dirigente ruralista.

Suscribite al newsletter

Redacción Mayo

* no spam