A pesar del clima bélico, la demanda por maquinaria agrícola crece en Argentina y en el resto del mundo.
La invasión rusa a Ucrania se encargó de dinamitar las actividades agrícolas y de agronegocios que se venían desarrollando mediante la firma de convenios entre ese país agredido, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y empresas privadas. Los acuerdos se venían ejecutando desde junio de 2013, con el objetivo de impulsar la transferencia tecnológica de la siembra directa, tecnología liderada por Argentina a nivel mundial.
Simultáneamente, la Universidad Nacional de Tecnologías de Alimentos de Ucrania firmaba un convenio de cooperación e intercambio con el objetivo de replicar la experiencia de conservación del suelo de Argentina en su país.
En 2021, la Asociación “Club Ucraniano de Negocios Agrarios” (UCAB), el INTA y el programa de Maestría “Agrokebety” iniciaron la cooperación para el desarrollo del sector agrícola en Ucrania a través de la virtualidad. El evento contó con el apoyo del Ministerio de Política Agraria y de Alimentación de Ucrania y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, entre otros.
“Fue el comienzo de una cooperación a largo plazo entre dos gigantes agrícolas como Ucrania y la Argentina. El hecho de que comenzáramos con el aspecto educativo en temas de tecnología agrícola era muy positivo. Teníamos muchas expectativas por la creación de un Centro de Tecnología Agropecuaria Argentina en Ucrania”, resaltó Alex Lissitsa CEO de IMC y Presidente del Club de Negocios Agrarios de Ucrania.
“Fue el inicio de un proceso de relacionamiento que brindaba la posibilidad del intercambio de conocimientos, tecnología y maquinarias que argentina tiene a disposición de los campos ucranianos. Siempre decimos que quien compra, trabaja e intercambia tecnología con Argentina, compra e intercambia una solución para producir más y de forma sustentable. La idea era compartir temas relacionados al sistema productivo argentino, que en los últimos 25 años ha crecido de la mano de un sistema de siembra directa con sustentabilidad, cuidando el suelo y los recursos. Desde INTA venimos trabajando en el país, para lograr el intercambio, según las necesidades del sistema productivo de Ucrania, pero por las razones que son de público conocimiento todas las acciones han quedado stand by, sin perspectivas de poder retomarlas”, explico Alejandro Saavedra, coordinador del proyecto de Agregado de valor del INTA
La escalada invasora decretada por el presidente Vladimir Putin generó un fuerte impacto en el segmento de los agronegocios y de capacitación entre Argentina y Ucrania. El sector de la maquinaria agrícola ha quedado atrapado en medio del fuego autócrata provocado por el líder ruso.“Tenemos varias empresas que estaban en este último tiempo operando en toda la zona del conflicto no solamente en Ucrania sino también en Rusia, Kazajistán y Bielorrusia. Nuestras estimaciones son en función de las estadísticas del año pasado, cuyo resultado arrojó exportaciones por 80 millones de dólares a todos los destinos del mundo. Esta zona en cuestión es el 20% de esas operaciones. Entendemos que el impacto ronda los 15 millones de dólares. Hay empresas con cancelaciones de embarques en las últimas semanas, ya que las compañías navieras han interrumpido los recorridos sobre las rutas hacia aquella región y simultáneamente, por las sanciones económicas que ya pesan sobre Rusia”, opinó Eduardo Borri, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA).
Antes de que comenzara el conflicto entre ambas naciones, el grupo cordobés Argentech -conformado por nueve empresas fabricantes de agrocomponentes y montadoras finales con agendas en Rusia, Ucrania y otros países- ultimaba detalles en la selección de un representante de origen ucraniano, para que funcione como activador de negocios regional en procura de generar negocios. La iniciativa no prosperó.
“La Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (AFAMAC), está haciendo relevamientos en distintas industrias para establecer si hay mercadería pendiente de entrega, dinero cobrado con anticipación o valores por cobrar para dar por finalizada su venta. Los distribuidores no están contando con recursos ni para ellos lo cual, están anticipando de que no podrán hacer frente a los compromisos”, dijo Víctor Baro, presidente de BTI AGRI Sembradoras de Oncativo.
“Deseamos que todo acabe pronto y que termine el caos en la región. El rubro agrocomponentes tiene una importante participación en el esquema comercial. Hoy nuestros fabricantes han perdido el contacto directo con la contraparte europea. Fue casi automático. Hasta hace dos semanas los contactos eran fluidos para programar o proyectar nuevos negocios y de la noche a la mañana desapareció el vínculo. Hay empresas que tenían proyectadas 120 máquinas para este año que han quedado obviamente suspendidas. Calculamos que el 30% de esa mercadería una vez concluido el conflicto pueda inyectarse en ese mercado”, comentó Guillermo Abratte, director de internacionalización de AFAMAC.
Observadores del sector, coincidieron en señalar que pese a la gravedad del conflicto, hay una gran demanda por maquinaria agrícola tanto en Argentina como en el resto del mundo descartando por ahora, algún impacto en las fuentes de empleo que genera el segmento. No obstante, previendo que la situación bélica se profundice, las industrias trabajan en planes de redireccionamiento de sus mercaderías para su colocación en otros destinos internacionales.
