PANORAMA AGROPECUARIO

¿Sabías que 7 de cada 10 dólares que ingresan por exportaciones provienen de la cadena del agro?

En 2021, ingresaron al país 54.895 millones de dólares. Las cadenas agroindustriales financian los saldos comerciales deficitarios de otros rubros no vinculados al sector. La perspectiva para 2022, es que el campo genere más dólares. Por Alejandro Cuellar

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06-05-2022

Primer dato: de todas las exportaciones agropecuarias que se hacen en el mundo, el 11% es de Argentina. Los productos agroindustriales nacionales llegan a 160 países. Desde una mirada más global, la penetración de esta producción es reconocida en el 82% del planeta.

En el mercado mundial los productos argentinos muestran una muy buena performance. Un repaso, a continuación:

Primeros exportadores de harina, aceite de soja, jugo de limón, porotos y maní. 

Segundos exportadores mundiales de maíz y de yerba

Terceros exportadores de poroto de soja. 

Cuartos, en peras y leche en polvo. 

Luego llegan las harinas de trigo, los camarones y langostinos, lanas, aceite de girasol y carne bovina.

En materia de superávit de divisas, el 70% de los dólares que ingresan al país pertenecen al sector agroindustrial. En 2021, ingresaron al país 54.895 millones de dólares. Dicho de otra manera, 7 de cada 10 dólares que llegan de la exportación pertenecen a las cadenas del agro.

 

Balance positivo

“Las cadenas agroindustriales financian los saldos comerciales deficitarios de los restantes rubros (textil, química y conexos, electrónica, maderera, maquinaria nuclear e industrial). Esto quiere decir que gracias al balance positivo del agro podemos importar ropa, tecnología, maquinaria, entre otros bienes”, enumera David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el desarrollo de Argentina (FADA).

“Disponer de más dólares genera múltiples beneficios: implica tener más respaldo para nuestra moneda y así evitar devaluaciones y cepos cambiarios. Con una moneda más fuerte el poder adquisitivo de los argentinos puede mejorar, en lugar de seguir deteriorándose. Generar dólares genuinos evita que el país tenga que endeudarse y que cada tanto no pague sus deudas”, agrega.. 

“Aunque exportar más no es suficiente para lograr esto, para poder llegar a eso es necesario  proteger la moneda reduciendo el déficit y la emisión monetaria”, advierten desde FADA. 

Según esta perspectiva, hay tres aspectos que limitan la producción y las exportaciones. Uno, son los costos, que han aumentado de manera sustancial, en particular fertilizantes. En segundo lugar, el atraso del tipo de cambio oficial, que encarece costos como los fletes y las labores, al medirlas en dólares, y por último, políticas públicas como las restricciones a las exportaciones de trigo, maíz y carne y otras medidas que reducen el precio percibido por el productor, tales como los fideicomisos de trigo y aceites y la eliminación de los diferenciales de derechos de exportación de harina y aceite de soja.

Desde esa óptica, la intervención estatal de los últimos años, retrayendo la demanda de los productos agroindustriales no hace más que abrir oportunidades en el mercado internacional a países competidores. Algunos especialistas que operan en el mercado de commodities consideran al complejo agroindustrial argentino como el “Sillicon Valley” de los commodities agrícolas. Para continuar en este camino de inversiones en infraestructura, es necesario brindar un marco de seguridad jurídica y de mercados de libre competencia a los inversores.

 

Por reglas claras

Buena parte del sector del campo piensa que, en la actualidad, Argentina sufre un tipo de intervencionismo informal esporádico que vuelve menos previsibles aún las reglas de juego. Con el argumento de garantizar el abastecimiento interno, en la última década el Gobierno no solamente ha aplicado retenciones a las exportaciones sino que además ha cuotificado los mercados de trigo y maíz, instrumentando cupos de exportación a los exportadores. Así las cosas, la medida no hizo más que desacoplar los mercados locales (precios FAS) de los mercados internacionales (FOB), complicando la rentabilidad del sector productivo. 

“Sin embargo, las perspectivas para 2022 es que el campo genere aún más dólares que en 2021. Este aumento de las exportaciones se deriva, principalmente, de la mejora de precios, impulsada por la guerra Rusia-Ucrania. Las exportaciones crecerán, aún cuando la producción de granos, carne bovina y uva, por tomar algunos ejemplos, sea menor”, destaca Miazzo.

 

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Redacción Mayo

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