FUNDACIÓN COLSECOR / TRES ARROYOS, BUENOS AIRES

Tres Arroyos: Las abejas, las dulces protagonistas que impulsan la producción

Según el Relevamiento Social Comunitario (RESCOM), en la localidad existen 35.000 colmenas administradas por 80 apicultores. Producen 1.000.000 kilos por año y el 90% se exporta. La Cámara de Apicultores de Tres Arroyos estimó que las ventas de 2021 llegaron a 3.600.000 dólares. Por Florencia Sosa

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Florencia Sosa Florencia Sosa 24-03-2022

Para conocer sobre el desarrollo de la apicultura en Tres Arroyos, Redacción Mayo conversó con Mauricio Parravacini, técnico universitario en producción apícola, miembro de la Cooperativa Apícola Los Arroyos Ltda. y agente de proyecto del Programa Cambio Rural del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

 

Mundo cooperativo

Tal como indica el Relevamiento Social Comunitario de Tres Arroyos realizado en 2020 por la Fundación Colsecor, las cooperativas en Tres Arroyos tienen una fuerte presencia en la comunidad ya que brindan 135 servicios. De las 22 cooperativas registradas en el distrito, en el sector apicultor se destaca la Cooperativa Apícola Los Arroyos que nuclea a 43 apicultores asociados residentes de la ciudad. “La cooperativa se formó porque con los grupos de apicultores empezamos a hacer compras en conjunto de insumos para abaratar costos y después avanzamos en lo que es la comercialización de la miel y de alguna manera había que formalizar todo ese movimiento de dinero. Llegamos a la conclusión de que la mejor forma era armar una cooperativa”, cuenta Parravacini.

La apicultura se desarrolla en Tres Arroyos hace más de 50 años, pero la cooperativa tuvo su nacimiento en 2007 por iniciativa de los grupos Apípolis y Apicultores del Sudeste que contaba con 10 integrantes. El Programa Cambio Rural es una herramienta de extensión rural y periurbana financiada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca que trabaja desde hace 28 años ininterrumpidos junto al INTA en todo el país. Tal como en el sitio oficial, el programa “focaliza el trabajo en la conformación de grupos de entre 8 y 12 productores/as que reciben la asistencia de un o una promotor/a que acompañará durante 42 meses la ejecución de una planificación tanto grupal como individual, con metodología participativa que facilite el aprendizaje entre pares”. 

Entre los 58 establecimientos industriales que se alojan en el Parque Industrial de Tres Arroyos se encuentra el galpón de la cooperativa que está dividido en dos servicios. Posee una sala de extracción de miel que es aprovechado actualmente por aquellos apicultores que no poseen esta instalación, y por otro lado, está la sala fraccionadora que estará disponible para su uso a mediados de 2022. 

 

Producción y venta de miel

El productor apícola prepara las colmenas todas las primaveras, desde septiembre a diciembre. En ese período las abejas se preparan para la mielada, momento en que ingresa mucha cantidad de néctar a las colmenas. El néctar es una secreción de las plantas, un líquido azucarado que recogen las abejas para llevarlas hasta la colmena donde se convierten en miel. Las abejas tienen glándulas que producen cera, material con el que recubren la miel cuando ésta ya está madura, esa capa de cera se llama opérculo.

“Cuando el productor va a las colmenas y ve que están llenas de miel, retira esos cuadros con miel que están operculados. Luego se lleva esos cuadros de miel a la sala de extracción y deja unos cuadros vacíos para que las abejas sigan colocando la miel que traen del campo. Una vez que llega a la sala de extracción tiene que sacarle ese opérculo, hay una maquinaria específica que se llama cuchillo desoperculador. Una vez que las celdas están abiertas, ese cuadro se mete en un extractor que es como si fuera un secarropas, el proceso centrífuga y saca la miel”, cuenta Parravacini.

El RESCOM de 2020 realizado en Tres Arroyos señaló un importante desarrollo de la apicultura, el relevamiento contabilizó 35.000 colmenas administrada por 80 apicultores, con una producción de 1.000.000 kilos anuales del cual el 90% se exporta y un 10% se destina para consumo interno.

En la Cooperativa Apícola Los Arroyos, los apicultores llenan unos tambores de 200 litros donde entran aproximadamente 300 kilos de miel. Esa producción es miel a granel y es exportada al mejor comprador. El fraccionado sale con una etiqueta que dice “Cooperativa Apícola Los Arroyos” y la cooperativa le da la posibilidad a sus asociados, si tienen una marca, de usarla en reemplazo de ésta.

Pero además de la exportación, la venta de miel en frascos de un cuarto y de medio kilo para el mercado interno (en supermercados, almacenes de la región) se está consolidando como otra muy buena opción de ingresos, así lo señala el apicultor consultado: “Vale la pena el fraccionado, porque el productor aparte de vender la miel y de recibir un sobreprecio por esa miel que le aporta a la cooperativa tiene el retorno del tambor vacío. El tambor vacío hoy es un costo muy importante en la apicultura. Nosotros cuando vendemos un tambor que se exporta no lo recuperamos más, entonces, ese tambor es plata perdida. Cuando nosotros fraccionamos la miel tenemos la posibilidad de reutilizar ese tambor un año más”.

En 2021 el desarrollo de la apicultura tuvo buenos números de producción y de venta. “Es muy interesante observar cuál es el aporte de la apicultura a la zona. La última cosecha de miel, estimada en 1.200.000 kilos, a Tres Arroyos ingresó por la venta del producto unos 3.600.000 dólares. Es dinero que el apicultor utiliza acá”, dijo en una entrevista Rubén Vacca, presidente de la Cámara de Apicultores de Tres Arroyos.

“Pero más importante es el aumento de la producción agrícola que genera la apicultura, por el servicio de polinización que representan las abejas en los cultivos. Hay un aumento en la producción cuando las colmenas visitan esos cultivos y eso genera un ingreso mucho más importante que lo que entra por la miel”, agrega Vacca. 

 

Los beneficios de la polinización

Según la Sociedad Argentina de Apicultores, “los polinizadores, en especial las abejas, son responsables de 7 de cada 10 alimentos que ingerimos diariamente. Su función resulta esencial para producir frutas, verduras y carne. Las abejas contribuyen a la diversidad biológica, a multiplicar la vida en la Tierra. Las abejas mientras polinizan producen en sus colmenas, en forma natural, mieles diversas, polen, cera, propóleos y a partir de ello creamos un sinnúmero de subproductos para alimentarnos, cuidarnos y prevenir enfermedades. La apicultura produce alimentos y bienestar a los ambientes sin generar ningún tipo de contaminación".

Junto con el INTA y la Cámara de Apicultores de Tres Arroyos, la Cooperativa Apícola Los Arroyos trabaja en capacitaciones para el sector de producción agropecuaria orientadas a dar a conocer los beneficios de la abeja en la polinización de los cultivos. 

“Estamos tratando de generar charlas para crear conciencia en los productores del aporte que genera la abeja en la biodiversidad del campo, porque no solamente es beneficioso para los cultivos comerciales, por ejemplo en el caso del girasol, colza, alfalfa y vicia. Está demostrado que con la utilización de la abeja en el cultivo se mejora la cantidad de granos que se cosechan y el peso de esos granos, eso en la parte comercial. También beneficia todas las plantaciones silvestres, ya sean arbustos, todo lo autóctono favorece la polinización cruzada. En esta zona muchos productores hacen trashumancia, llevan sus colmenas al valle de Río Negro a realizarle servicios de polinización a la pera y la manzana que son frutas que necesitan de la abeja sí o sí”, comenta Parravacini. 

 

La escuela formadora de apicultores

Según el RESCOM de Tres Arroyos de 2021, en la localidad hay un total de 69 establecimientos educativos. Dentro de los seis establecimientos que cuentan con 3 niveles (inicial, primario y secundario) se encuentra la Escuela Agropecuaria de Tres Arroyos (EATA) fundada en 1983 es una escuela pública de gestión privada administrada por representantes de la comunidad (padres, ex docentes, colaboradores). Parravacini es egresado de esta escuela donde tuvo un primer acercamiento a lo que luego se conformó en su profesión. 

El área de Apicultura de la escuela cuenta con un apiario formado por 10 colmenas para la producción de miel y formación de núcleos de reposición. El área está provista de las maquinarias necesarias para la extracción y envasado de miel (batea, cuchillo desoperculador, extractor manual y tanque decantador). El manejo lo realizan estudiantes de 1er. y 2do. año; en él se incluyen tareas de armado de materiales, alimentación, control sanitario, cosecha, extracción y envasado de miel.

En la actualidad, a través del INTA, Parravicini da capacitaciones sobre apicultura en jardines y escuelas primarias y secundarias. “Yo tengo una colmena de vidrio donde se pone un cuadro con las abejas para que los chicos vean cómo es la abeja y dónde vive. Luego les comento sobre la vida de la abeja, la cría, la miel, el polen y  la producción apícola. Y con las escuelas agrarias estamos haciendo prácticas profesionalizantes donde los chicos de último año tienen la posibilidad de elegir distintas producciones, entre ellas está la apicultura. Los alumnos que eligen la apicultura hacen una pasantía donde trabajan armando cuadros para la miel, van al campo, aprenden a revisar colmenas”.

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Redacción Mayo

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