ENCUESTAS DE OPINIÓN

El aborto en la opinión pública: ¿hasta dónde llegó la marea verde?

Las encuestas mostraron en 2018 el máximo de aprobación a la legalización del aborto, porcentaje que fue bajando hacia el 2020. Entrevista con Paola Zubán.
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02-06-2021
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Las mediciones de opinión pública sobre la aprobación - desaprobación de la legalización del aborto se intensificaron en los últimos años, cuando se habilitó el debate parlamentario que terminó por aprobar la interrupción voluntaria del embarazo en diciembre del 2020. 

“Nuestra primera medición de aprobación sobre el aborto fue en enero de 2018. Cuando preguntábamos si estaba a favor del aborto, la opinión mayoritaria era contraria, por encima del 70 por ciento. Pero cuando preguntábamos sobre la despenalización, la aprobación iba en torno al 40 o 41 por ciento”, repasa Paola Zuban, politóloga, codirectora de Zubán Córdoba y Asociados e investigadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

“A medida que fue avanzando el año, esa aprobación fue creciendo paulatinamente hasta llegar al 61% por ciento con el proyecto enviado al Congreso, y se mantuvo así hasta luego de la votación en Diputados (en junio de 2018), cuando se registró la medición más alta, del 62 por ciento. Y a partir de ahí, empieza a caer hasta la votación en el Senado (agosto del 2018), cayendo hasta un 40-43 por ciento aproximadamente”, repasa Zubán. 

“Son fotos que vamos sacando con encuestas nacionales a lo largo de los meses, pero cuando uno empieza a profundizar, a cruzar por religión, edad, sexo, o a preguntar por las motivaciones para votar en uno u otro sentido, aparecen particularidades”, detalla. Y cuenta que ante la pregunta sobre si con la despenalización del aborto se reducirían las muertes de mujeres en 2018, la aprobación general rondaba el 60 y 65%, mientras que en el segmento de personas de religión evangélica caía hasta un 40%. 

“También vimos que en la franja de edad desde los 16 a los 30, y en los de 60 o más, las opiniones eran más favorables entre mujeres que entre varones: mientras que en la franjas intermedias esos porcentajes eran más parejos”, desglosa Zuban. 

Más cerca en el tiempo, cuando se midió la opinión sobre la legalización del aborto en 2020, los porcentajes de aprobación eran más bajos que en 2018. “La aprobación general en la opinión pública cayó casi al 40 por ciento”, apunta. 

Zubán explica que mucho tuvo que ver el encuadre que se le dio a la discusión sobre la necesidad de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo. “En 2018 se logró instalar en la opinión pública un encuadre de salud pública, con evitar muertes de mujeres, sacarlo de la clandestinidad, y al mismo tiempo hacer una tarea de implementación de la ESI. Pero cuando se aprueba en Diputados, ese frame cambia en la agenda pública, los grupos religiosos hicieron un trabajo muy fuerte en torno a cambiar ese eje y ahí surge, con mucha fuerza, salvemos las dos vidas. La discusión iba de salud pública a salvar vidas”, explica. 

Y agrega que los movimientos feministas no lograron contrarrestar ese enfoque. “Entonces empieza a bajar la aprobación pública considerablemente, hasta el 2020 que se termina aprobando pero no porque fuera un requerimiento mayoritario de la opinión pública sino porque era una decisión política”, argumenta. 

“Hubo un trabajo muy importante desde los sectores religiosos, no solamente de lobby, sino también una gran inversión de recursos en campañas publicitarias”, repasa. Y aclara que, sin embargo, esto no se vio reflejado con masividad en las calles como sí generaban de manera orgánica los movimientos feministas, que también motorizaban desde las redes sociales. “Los ciberfeminismos activan una ciudadanía en stand by: gente que tiene un compromiso con determinadas causas, pero que no participa activamente. Y los movimientos feministas lograron, con la posibilidad de organizarse a través de las redes, interpelar a gente que no participaba en los movimientos”, valora Zubán. 

 

Influencia de las encuestas en los gobiernos

“Las mediciones son una herramienta de diagnóstico para tomar decisiones, pero no son herramientas determinantes. Es rara la comparación, pero sucede algo parecido a lo que pasa con el horóscopo: le crees cuando te dice algo bueno. Los políticos hacen lo mismo: cuando coincide con su opinión, les hacen caso; y cuando no, las denostan”, valora Zubán. 

“A veces, como en el caso de la IVE, los dirigentes se ponen por delante, y a veces van por detrás, pero es necesario que tengan un conocimiento de ese clima de opinión reinante para que gestionen los consensos dentro de la sociedad”, concluye la investigadora.