DIÁLOGOS

Preocupa la postergación de los controles de rutina

“Todavía no se alcanzaron los valores previos a la pandemia”, aseguró en una entrevista con Redacción Mayo Solange Rodríguez Espinola, doctora en Psicología e investigadora del Observatorio de la Deuda Social Argentina. La demora para conseguir turnos y la calidad de atención, entre los datos destacados del estudio “Estado de Salud y Acceso a la Atención Médica en la Argentina Urbana”. Por Laura Giubergia
solange rodriguez espinola-dialogos Redaccion mayo
13-04-2023
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El 7 de abril se conmemoró el Día Mundial de la Salud, y la efeméride fue aprovechada por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica de Córdoba (UCA) para hacer un llamado de atención acerca de las desigualdades y dificultades en el acceso a la salud en el país. 

“Todavía no se alcanzan los valores previos a la pandemia en cuanto a controles de rutina. Si bien ya se venían evidenciando problemas en el acceso a la salud en investigaciones previas, la pandemia eyectó más allá de los valores previstos”, aseguró a Redacción Mayo Solange Rodríguez Espinola, doctora en psicología e investigadora del ODSA. 

Según el estudio “Estado de Salud y Acceso a la Atención Médica en la Argentina Urbana”, realizado también por María Agustina Paternó Manavella y Francisco Lafferriere a personas de aproximadamente 5800 hogares de aglomerados urbanos de 80 mil habitantes o más, 7 de cada diez personas se realizaba controles anuales en 2019, valor que descendió a 3 de cada 10 durante el 2020. En 2021, el número ascendió a poco más de 4 de diez personas, en tanto que para el 2022 llegó a 6 de cada diez, todavía por debajo de los valores previos a la pandemia. 

“Aunque no hemos evaluado causas o motivos, sí podemos deducir algunas cuestiones en función de lo que venimos observando en informes previos y a partir de la casuística más personal. Sabemos, por ejemplo, que hubo cambios con respecto a las formas de acceder a los turnos, cambios en cuánto a los sistemas o cambios administrativos: desde el uso de una página web, o un número de teléfono para contactar por whatsapp, hasta otros mecanismos. Esas nuevas formas de acceso a los turnos han contribuido a que sea más incordioso para algunas personas, sobre todo aquellas con más dificultades de acceso tecnológico y de recursos”, explicó Rodríguez Espinola. 

“En los sistemas públicos, algunos han vuelto a la presencialidad para sacar turnos, y eso conlleva a veces colas desde las 2 o 3 de la mañana en la puerta de los centros de salud para poder conseguir un número. Este tipo de dificultades llevan a que si alguien no puede acceder una vez, o dos veces, termine por desistir de esa atención”, precisó. 

De acuerdo con el relevamiento del ODSA, un 20 por ciento de las personas encuestadas dijo haber esperado más de dos meses para conseguir un turno con un especialista. Este dato, entre los sectores de nivel socioeconómico medio alto se reduce a un 10 por ciento, mientras que en el nivel socioeconómico muy bajo sube al 30 por ciento. Demora y desigualdad, en un mismo indicador. 

“Más allá del formato de acceso a la salud, hay condiciones que hacen a los parámetros propios del sistema de salud en relación con los efectores, que están superados en la demanda. Y eso sucede en todos los sistemas”, apuntó Rodríguez Espinola. “Hay una alta demanda y los efectores no tienen capacidad para atenderla, más aún cuando hablamos de salud mental o de servicios odontológicos”, agregó. 

En resumen, la investigadora aseguró que es en materia de prevención en donde estamos más atrasados: “En todo lo que venimos informando año tras año, desde hace una década, en relación con las variables que hacen al derecho a la salud y a la prevención, vemos que la gente no tiene rutinas de actividad física, y no es sólamente una cuestión de cuotas y gimnasios: hay plazas, parques, se pueden hacer caminatas o salir en bicicleta. Son cosas más relacionadas con hábitos de vida”. 

-¿Cuál creés que es la mayor deuda social en Argentina en materia de salud?

-Si nos miramos en el plano Latinoamericano, tenemos condiciones positivas en cuanto al derecho a la salud. Pero cuando miramos transversalmente, lo que sucede en nuestro país, vemos mayores fracturas y condiciones de desigualdad en los sectores más vulnerables. Hay mucho por hacer, mucho por mejorar, tenemos la capacidad de tener recursos humanos muy buenos, y eso hace al sistema. Son los mismos profesionales en el sistema público y privado. Otra gran deuda está vinculada con la calidad de atención, porque hay marcadas diferencias entre los sistemas, y con la posibilidad de elegir al profesional.