EDUCACIÓN

La mejor victoria: el deporte escolar como vía para la inclusión

La actividad física en las escuelas puede ser una herramienta efectiva para generar una convivencia inclusiva. Pero ¿qué pasa cuando la búsqueda es el alto rendimiento, los resultados y los modelos de deportistas exitosos? Investigadores de la UNLP estudian diferentes escenarios para la recreación y la práctica deportiva en entornos educativos. Por Lorena Retegui

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deporte-inclusivo-sanitas-juegos DEPORTE
30-03-2023

Actualmente son reconocidos los múltiples beneficios del deporte, la actividad física y la recreación, especialmente en la niñez. Como derecho humano, tiene marco explícito en la Convención de los Derechos del Niño (ONU, 1989) y en la Ley de Educación Nacional. A partir de una entrevista con integrantes de la Red Latinoamericana y Caribeña del Deporte Social para la Inclusión, en esta nota se abordan las inequidades que espesan la práctica deportiva escolar de carácter inclusivo, el papel de los íconos del deporte de alto rendimiento y los desafíos pendientes desde las políticas públicas. 

En estos días en que las imágenes de niños y niñas con la camiseta de Lionel Messi o del “dibu” Martínez son moneda corriente, vale retomar un debate que no está saldado: ¿cuánto aportan a la inclusión y la equidad en el deporte educativo aquellos “modelos a ser alcanzados”. El propio Messi ha sido consciente de que festejar y destacar sólo el éxito no es ejemplo. “Sufrí mucho en todo el camino, no fue fácil. Me acuerdo de venir a jugar a Argentina y pasarla mal porque no salían las cosas. No quiero olvidarme de todos los compañeros que pasaron antes; se merecen el reconocimiento porque también dejaron todo por esta camiseta”, en referencia a jugadores que, como él en ediciones pasadas, no pudieron alzar ninguna copa con la selección.

A Messi lo siguen millones de niños y niñas que sueñan ser como él, practican hasta el hartazgo jugadas como las del 10, que después sus padres subirán a las redes sociales, plasmando en esos niños (sus hijos) la consumación del próximo “balón de oro”, mientras que los medios insisten en la resiliencia del jugador que no bajó los brazos hasta lograr el objetivo de “ganar todo” con la celeste y blanca. Como si alcanzara con ser obstinados para convertirse algún día en “el mejor del mundo”. Pero desde la Red Latinoamericana y Caribeña del Deporte Social para la Inclusión tienen una postura clara en torno al deporte en las escuelas: “no tiene que buscar rendimiento, no puede darse pensando sólo en los aspectos técnicos; tiene que buscar otros logros y valores como la integración, la empatía, el compañerismo; no ir tras el objetivo de crear campeones o campeonas”, sostiene en su charla con Redacción MayoDaniel Zambaglione, presidente de la red y docente e investigador de la carrera de Educación Física en la Universidad Nacional de La Plata. 

La Red, que este año cumple una década, nació como una iniciativa de la cátedra de Metodología de la Investigación en Educación Física (UNLP). “Notábamos en ese momento que había desde la academia una mirada hegemónica del deporte, patriarcal, mercantilista y pensada únicamente desde el alto rendimiento”, cuenta Zambaglione, que elige hablar en plural porque la idea surgió junto a otro docente e investigador del CONICET, Alejo Levoratti

Para ponerlo en práctica, los docentes organizaron en 2013 unas jornadas sobre deporte social e inclusión que fueron el germen de la Red. Hoy, ese colectivo representa a ocho países (Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, Chile, México, Cuba y Venezuela), con la participación de profesores de educación física y profesionales que provienen de distintos campos disciplinares como sociología, antropología, psicología y ciencias de la comunicación. “Además, hay gente vinculada al deporte, por ejemplo, del fútbol infantil o del ámbito escolar. Así empezamos, y ahora ya tenemos cuatro libros publicados, que son resultado de diferentes investigaciones”, menciona Zambaglione. Gerardo Burgos, también, forma parte de esta Red. Es docente, ex integrante de la Selección Argentina de Remo Adaptado y, actualmente, coordinador del Área de Deportes para Personas con Discapacidad de la Provincia de Buenos Aires. En mayo de 2007, a causa de una caída de un árbol, sufrió una lesión en la médula, y su vida cambió definitivamente. Su historia de superación se puede escuchar en esta entrevista, publicada en el sitio del Instituto por la Igualdad y la Democracia o en esta nota publicada por el diario La Nación.

“Con Gerardo seguimos una línea de investigación vinculada con la escasez de políticas públicas deportivas y de inclusión para personas con discapacidad. Él tiene una historia personal muy fuerte y desde su accidente se convirtió en un activista por los derechos de las personas con discapacidad”, relata Zambaglione. 

Así, el libro “La recreación y el deporte social como medio de inclusión”, editado por Engranajes de la Cultura, concentra 16 capítulos, a partir de diversos trabajos de investigación: desde un relevamiento y análisis del deporte infanto-juvenil en el Gran La Plata, pasando por el rol del profesor como nexo entre los programas y los jóvenes, el valor del deporte escolar, a un estudio sobre la educación física en contexto de encierro. Desde la Red también han estudiado la evolución de las políticas públicas y las diferentes acciones de gobiernos populares y de tinte neoliberal. Zambaglione señala su posicionamiento: “No hubo política pública en el deporte más inclusiva que la que hicieron Perón y Evita, porque lograron sintetizar el deporte de alto rendimiento con el deporte inclusivo”. Por su parte, Levoratti cuenta con varios artículos académicos donde historiza la relación entre la política pública y el deporte en la Argentina contemporánea, como el que escribió con la investigadora Verónica Moreira.

Derribando barreras y estereotipos

No son pocos los estudios que señalan la influencia positiva del deporte en la formación de la personalidad del sujeto (la autoestima), el sentimiento de identidad y de pertenencia a un grupo, como también a reconocer y asumir actitudes de cooperación y cuidado de sus cuerpos, y una vía para derribar barreras y estereotipos. Sin embargo, “todavía tenés escuelas primarias donde los pibes con discapacidad no participan de las actividades de educación física”, resalta Zambaglione. Ello se vincula con los obstáculos que aún priman a nivel educativo en general: falta de información, falta de personal de apoyo, problemas edilicios y mobiliario, entre otros, que fueron abordados en nota anterior de la agenda pública de la Fundación COLSECOR. La educación física e iniciación deportiva no son la excepción; por el contrario, se convierten en dos de las materias con más complejidades para la integración de personas con discapacidad. 

Ahora bien, desde la Red contemplan un concepto más amplio de deporte inclusivo, y en ese punto concuerdan con UNICEF: “dado que el deporte ha sido tradicionalmente de dominio masculino,  la participación y diversidad de géneros puede ayudar a combatir actitudes discriminatorias”. Sin embargo, como remarca Zambaglione, “no tenemos que marearnos con algunos mensajes que te dicen que hay inclusión porque ahora en el fútbol amateur hay fútbol femenino, cuando en realidad lo incorporaron para evitar la desafiliación y cuando hacemos las investigaciones con la Red nos encontramos con que en muchos clubes las pibas entrenan una vez que terminan de entrenar los varones. Las brechas siguen estando”. 

Más lejos aún es la integración de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales en el deporte. La frase de cabecera de los activistas es que si la salida del clóset de un deportista profesional, como pasó recientemente con el futbolista checo Jakub Jankto, sigue siendo noticia, es porque las puertas de este mundo siguen cerradas para la comunidad LGBTIQ+.

Las desigualdades en términos de acceso socio-económico juegan lo suyo en post de exclusión deportiva. Mientras que alumnos de escuelas de gestión privada pueden solventar campamentos educativos, una actividad típica organizada por los profesores de educación física para potenciar lo que ven en el aula, en las escuelas estatales debe ser compensado desde las políticas públicas específicas, y no siempre sucede, tal como sostienen desde la Red.

No obstante, a nivel nacional y provincial, hay diferentes programas de fomento al deporte social, educativo e inclusivo, como “Escuelas abiertas de verano” en provincia de Buenos Aires, “Escuelas deportivas” en provincia de Córdoba o “Recreo Activo” en la provincia de San Juan, por citar algunos ejemplos. Se puede encontrar una descripción detallada, durante el periodo 1999-2019, con avances y limitaciones en un informe elaborado por el Observatorio Social del Deporte  y en este artículo de la Universidad Nacional de La Matanza.  

La actividad física, en entornos educativos, ha evolucionado desde la vuelta a la democracia. “Los primeros profesores fueron formados con el manual de gimnasia del ejército. A partir de esa lógica, claro, se generaron 'hábitus' de la lógica castrense, el silbato, por ejemplo, que cuesta mucho sacarlo”, recuerda Zambaglione. En la actualidad, el desafío es otro, creen desde la Red: hacer que el deporte formativo sea más una herramienta de convivencia inclusiva y menos un proceso creciente de mercantilización y de búsqueda de rendimiento o futuros Messi.

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Redacción Mayo

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