ANDRES MALAMUD

“El contrapeso al Gobierno lo ejerce su propio partido”

De cara a las próximas elecciones legislativas, el politólogo señala que Cristina Fernández pondrá en juego su rol como socia mayoritaria del oficialismo y en Juntos por el Cambios se tensionará el liderazgo de la coalición. Por Juan Pablo Carranza

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28-07-2021

Para el investigador principal de la Universidad de Lisboa, Andrés Malamud, la próxima campaña electoral se centrará en la tensión entre la situación económica actual y la herencia recibida de la gestión anterior. “El trasfondo económico” será uno de los temas principales de la agenda de debate. 

El analista señala que hasta el momento no hay ningún candidato que pueda superar la grieta y que las cabezas de listas apuntarán a captar el electorado del medio, que no se encuentra en ninguno de los márgenes políticos.

-Es común presentar a las legislativas como un paso para alcanzar la próxima elección presidencial. No obstante el ejemplo del triunfo de Cambiemos en 2017 y su posterior derrota en 2019 y el triunfo del Frente para la Victoria en 2013 y el resultado del 2015 rompen esa linealidad. ¿Qué peso tiene esta elección de cara al 2023?¿Es una plataforma de algo más para las dos principales coaliciones? 

-Las elecciones intermedias raramente anticipan la presidencial posterior. Los principales efectos son dos: redistribución de bancas en el Congreso y reequilibrio interno en cada coalición. Así, el Gobierno se juega al mismo tiempo la posibilidad de alcanzar el quórum en la Cámara de Diputados y la confirmación (o no) de Cristina Kirchner como socia mayoritaria de la coalición. Del otro lado, Juntos por el Cambio podría aumentar su contingente en el Senado para, sin quitarle la mayoría al Gobierno, condicionar el nombramiento de jueces, y además configura una disputa entre la UCR y el PRO por el liderazgo del espacio opositor.

-Algunos sectores de la oposición señalan que en esta elección se juega la venezolanización de la Argentina -argumentan que el oficialismo está 7 votos de mayoría - y la defensa de la república, mientras el oficialismo pone en juego la campaña de vacunación. ¿Esa será el eje que tensará los discursos?

-Los dirigentes opositores que venezolanizaron el discurso no encabezarán las listas. Probablemente, los debates de campaña se centrarán más en la economía (inflación, desempleo y pobreza) que en el autoritarismo. El gobierno, por su parte, hará lo mismo pero culpando a la herencia de (Mauricio) Macri.

 

-Las campañas electorales sirven para sembrar temas en la agenda legislativa pero también la agenda legislativa se campañiza y anticipa y tensiona temas como por ejemplo la Ley de Medios en 2009 o la reforma judicial de marzo de 2013. ¿Hay algún tema que alcanzará centralidad por fuera de lo discursivo para tener un impacto concreto?

- Además del trasfondo económico, y si el dólar no se dispara, es previsible una campaña rociada por escándalos ligeros y fuegos retóricos.

-En este sentido, la dirigencia política alimenta la grieta como una herramienta electoral o solamente es una manifestación de la polarización. ¿Da rédito profundizar la grieta  o se agota la veta?

-Profundizar la grieta consolida el voto fiel, pero en una elección polarizada, es necesario seducir el voto blando. Por eso, algunos candidatos cabalgarán sobre la grieta mientras otros, probablemente las cabezas de lista, tendrán un discurso más moderado y basado en temas.

-Contemplando dos escenarios, en un sistema hiperpresidencialista, ¿qué puede significar una mayoría del oficialismo después de octubre, y qué contrapeso puede ejercer la oposición en caso de ganar?

-Argentina no tiene un sistema hiperpresidencialista. De hecho, el Congreso tiene parados varios proyectos del presidente, incluyendo la designación del procurador general. El contrapeso al Gobierno lo ejerce su propio partido. En el caso de la oposición, su mayor fortaleza reside en el Senado, donde el oficialismo carece de los dos tercios necesarios para designar jueces.

-Podrías ampliar la idea del contrapeso dentro del partido.

-En el sistema presidencial argentino, el presidente solo es fuerte cuando se cumplen dos condiciones: su partido tiene mayoría en el Congreso y él lo lidera. En el caso del peronismo-Frente de Todos, aunque obtuviera la mayoría en ambas cámaras, Fernández no sería el líder así que debería negociar las políticas del gobierno con quienes controlan el proceso legislativo: Cristina, Máximo Kirchner y Sergio Massa.

-El mapa electoral marca en principio que hay dos grandes coaliciones, el Frente de Todos (FTD) y Juntos por el Cambio (JXC). ¿Cuán bien amalgamadas están estas estructuras para contener a su máximo común elector sin que sufran pérdidas y sin que haya referentes que prefieran abrirse de estas sociedades?

-Lo sabremos dentro de poco, pero no se observan a priori partidos o candidatos emergentes con la capacidad de cerrar la grieta o superar a uno de los dos contendientes.

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Redacción Mayo

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