Durante el primer semestre la agenda legislativa perfiló una serie de ejes que se repetirán durante la campaña electoral, que entra en su primera instancia decisiva. La administración de la pandemia, la implementación de las restricciones a través de decretos y las decisiones en materia educativa y sanitaria fueron puntos claves que atravesaron el debate en el Congreso. ¿Cuánto de todo esto ocupará un lugar central hasta noviembre?
Para la diputada nacional de Juntos por el Cambio (JXC) Brenda Austin habrá dos dimensiones del debate público. “Una tiene que ver con el diálogo de los candidatos en la calle donde va a estar presente la agenda económica, educativa y sanitaria. Llegamos al triste número de los 100 mil muertos con una economía devastada, un enorme impacto en el sistema educativo y el crecimiento de la pobreza. Estos van a ser puntos centrales de la campaña ¿Cuánto de eso se traslada en el recinto? El oficialismo está tratando de disminuir las instancias de sesiones. Da la sensación de que habrá una parálisis del Congreso y que el oficialismo va a preferir tenerlo cerrado” , señala.
Por su parte, la diputada del Frente de Todos (FDT), Claudia Bernazza apunta que la agenda parlamentaria sentirá el impacto de la campaña electoral. “Hay discusiones que tienen un marcado tinte electoral. Uno nota que lo que se trae al plenario son más temas de coyuntura política para generar titulares en los diarios y tiene cierta lógica dentro de un año electoral. Ni me sorprende ni me escandaliza. Forma parte de la dinámica política”, señala.
Todos coinciden en que la agenda de la pandemia y sus consecuencias y la situación económica serán claves en el debate de los próximos meses. Y que es baja la posibilidad de que emerjan nuevos puntos de tensión por fuera de los ya establecidos.
“El Congreso tiene una agenda más diversificada que la que habitualmente tienen los Ejecutivos. No creo que todos los temas que se trataron o vayan a tratarse tengan un correlato en la campaña. Por ejemplo, la ley de biocombustibles y la reciente media sanción por parte del Senado de la producción industrial de cannabis medicinal. Son temas que generan debate y tensionan a los sectores más involucrados. Pero pasada la discusión parlamentaria, el tema deja de estar en el radar de la sociedad”, sostiene el diputado del FDT, Germán Martínez.
“Hay pocos temas que involucren al conjunto de la sociedad y que su debate se sostenga en el tiempo. Todos los temas conectan un ratito y se van. Hay que ver cómo avanza la discusión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que va a tener repercusión en la campaña electoral. Vamos a intentar dar una respuesta a un endeudamiento que no contrajimos, que va a tener discusión parlamentaria”, anticipa el legislador nacional por la provincia de Santa Fe.
Por su parte, la diputada de JXC Camila Crescimbeni señala que el contexto económico sanitario demanda medidas concretas y que eso de alguna forma estará presente en los próximos meses, aunque reconoce que es difícil en un año electoral. “Creemos que es fundamental avanzar con propuestas para generar más trabajo para los argentinos. Es una de las cosas que más preocupan. Sobre todo a los cientos y miles de chicos y chicas que están convencidos que su única oportunidad está en Ezeiza, y a los miles que están hoy sin poder avanzar con sus estudios o sin saber cómo llegar a fin de mes y mucho menos, proyectarse progresando”, dice.
Pandemia
Para el oficialismo el rol del Congreso durante la pandemia y de cara a lo que se viene fue el de facilitar herramientas para la gestión del Ejecutivo en una situación extraordinaria como la que desató el Covid-19.
“Este ha sido un Congreso que trabajó al ritmo de lo que fue la situación de la pandemia y las necesidades que fue teniendo el poder Ejecutivo para su gestión. De hecho las leyes referidas al teletrabajo o sobre parámetros epidemiológicos fueron referidas para facilitarle la gestión al Gobierno. Las discusiones estuvieron marcadas por la agenda pública”, apunta Bernazza y agrega que en este sentido se comenzó con el tratamiento de la ley de educación superior “para poder generar estrategia de virtualidad” de acuerdo con la nueva normalidad.
El debate educativo fue central durante este casi año y medio de pandemia. El regreso a clases presenciales estuvo vigente en todo momento. El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, reconociendo la autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) para definir la continuidad de la presencialidad escolar tuvo su correlato en el Congreso con el proyecto de ley de parámetros epidemiológicos. La oposición, por su parte, se concentró en buscar alternativas para garantizar la mayor cantidad de alumnos en las aulas.
“Vamos a seguir insistiendo en el proyecto de la emergencia educativa que tiene que ver con la reapertura de las escuelas y la inversión en infraestructura y equipamiento. Hoy estamos diciendo hay que mirar las consecuencias que dejó todo esto. Estamos habitando la post pandemia y necesitamos una hoja de ruta no del Gobierno sino del Estado”, señaló por su parte Austin y remarcó que la iniciativa busca aumentar un punto del PBI la inversión en todo el sistema educativo hasta el 2030 y equiparar la inversión en todas las provincias.
Vacunas
La campaña de vacunación fue otro de los ejes claves del primer semestre en el Congreso. La inclusión de la palabra “negligencia” dentro de la primera ley de compra de dosis dejaban afuera el requerimiento del laboratorio estadounidense Pfizer, que hasta ese momento era la única vacuna con aprobación de la aplicación en menores de 18 años.
Finalmente el presidente Alberto Fernández, luego de la presión legislativa de la oposición enmendó ese articulado de la ley con un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para facilitar el acuerdo con ese laboratorio norteamericano y también las firmas Moderna y Johnson y Johnson. Seguramente este será un tema de debate en la campaña aunque se haya agotado su impacto legislativo.
