Escenario inédito

PASO en Buenos Aires: Peronismo unido y oposición en disputa

La elección en la provincia más populosa será clave para medir el humor social. En los últimos años tuvo comportamientos diferentes en cada capítulo electoral. Por Juan Pablo Carranza

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27-08-2021

Ilustración por Chelo Candia

 

A 11  años de su debut,  seis elecciones, tres de ellas  legislativas, y resultados totalmente diferentes, la tercera edición de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de medio término ocurre bajo un escenario único: la polarización en su máxima expresión y en la provincia de Buenos Aires, el distrito clave, la mayoría del peronismo unido, mientras que Juntos por el Cambio busca resolver su hegemonía interna. ¿Qué proyecciones se pueden trazar en este contexto?

Para comprender lo difícil que es calcular los efectos posteriores de un resultado vale hacer un poco de historia reciente. Con el diario del lunes,  la primera edición de las PASO legislativas fue el principio de la derrota dos años después del por entonces Frente para la Victoria (FPV). 

En la temporada del “Vamos por Todos” y aún sin la conformación de Cambiemos, que llegaría un año después en la elección de la ciudad de Marcos Juárez en la provincia de Córdoba, fueron las propias vertientes del peronismo las que pusieron un freno al proyecto del por entonces oficialismo. 

En la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas, Sergio Massa, líder del Frente Renovador y ahora presidente de la Cámara de Diputados por el oficialismo, se impuso por sobre el candidato del Frente para la Victoria (FPV), Martín Insaurralde con el 34 por ciento de los votos contra el 30 por ciento en el tramo para la Cámara baja. La tendencia luego se acrecentó en las generales dos meses más tarde y la diferencia fue mayor. 

Un incipiente Cambiemos integrado por la UCR, el FAP y el GEN hacían que Margarita Stolbizer sacara un poco más de 10 puntos. En la alianza no figuraba el PRO que ni siquiera compitió en ese distrito. Dos años más tarde María Eugenia Vidal ganaría las elecciones para gobernador.

El FPV terminó como la fuerza nacional más votada pero el impacto en ese distrito para algunos preconfiguró el comienzo del fin.

Cuatro años atrás, en las PASO del 2017, Cambiemos experimentó el apogeo de su mandato. La consigna fue: “No vuelven más”.  El peronismo compitió otra vez en la provincia de Buenos Aires fragmentado y por espacios diferentes. Esta vez en tres: Cristina Fernández de Kirchner por un lado con Unidad Ciudadana, Sergio Massa por otro y Florencio Randazzo como tercera alternativa.

El candidato de Cambiemos  para encabezar la lista de senadores fue Esteban Bullrich. Logró un empate técnico con Cristina. Ambos terminaron con el 35% de los votos con una diferencia de décimas para la actual vicepresidenta. Dos meses más tarde Cambiemos dio vuelta el resultado. Bullrich le ganó a Cristina por cuatro puntos. Massa y Randazzo se quedaron con  16 y 6 puntos respectivamente.

Mientras que en Córdoba, el epicentro del voto duro del por entonces oficialismo, Cambiemos que había alcanzado el 45% sumó 4 puntos más en las generales.  

Con Cambiemos en el poder y Mauricio Macri en la Presidencia, el oficialismo tuvo un espaldarazo electoral en todo el país. Macri había ganado el ballotage con poco margen contra Daniel Scioli, y las legislativas fueron la oportunidad para revalidar su centralidad política y saldar su fragilidad de origen. El romance duró poco, el reperfilamiento de las metas económicas activó un espiral de descrédito que se sumó a la inflación, el aumento de tarifas. El resultado dos años después, la derrota frente a Alberto Fernández.

El escenario actual es completamente diferente. El cuerpo duro del peronismo en la provincia de Buenos Aires llega sin fisuras en las boletas. Solo Randazzo insistirá por fuera del esquema del oficialismo y la incógnita es cuánto “daño” le puede hacer al Frente de Todos (FDT).

La primera candidata a diputada por el Frente de Todos es Victoria Tolosa Paz , una mujer del riñón albertista. En este espacio no habrá internas. 

En la vereda de enfrente, Juntos por el Cambio, la versión 2.0 de Cambiemos tendrá una contienda interna como nunca antes vivió en este territorio. Por un lado el PRO lleva al ex vicejefe de gobierno porteño Diego Santilli, mientras el radicalismo insistirá con el neurólogo Facundo Manes para lograr rediscutir el poder dentro de la coalición. 

El escenario al que se llega en las PASO en la Provincia de Buenos Aires es inédito. El peronismo arranca casi todo unido y con una gestión desgastada, huelga redundar en las múltiples causas, mientras que Juntos por el Cambio debe resolver su problema interno para poder ver su poder de fuego real en la polarización. 

 

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Redacción Mayo

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